Uno de los temas que está en la agenda desde hace un par de años es el concepto de “Transformación Digital”, es decir, utilizar los conceptos que han hecho exitosos a empresas de Internet como Amazon, Zappos, PayPal, Facebook, Google y ahora hasta Apple y llevar el estilo empresarial digital a nuestras empresas.
¿Qué significa esto? Para algunos, no tener que hablar en persona con alguien, ser expertos en logística, comunicarnos electrónicamente, ser efectivos, tener un “full stack” de aplicaciones, que nuestras aplicaciones de “back-office” y “front end” estén integradas, que seamos flexibles en el “pricing”, que analicemos los datos y que respondamos a tiempo real a los requerimientos del mercado. En pocas palabras adoptar y adaptar las prácticas de las empresas de la era del Internet.
El transformarnos digitalmente significa también entender y conocer a nuestros clientes y consumidores, analizar la información que nos proporcionan con el fin de ofrecerles mejores productos y servicios y claro, pensar en temas de calidad de software, privacidad y seguridad de la información (esto por bien propio). .
Muchos pueden pensar que no necesitamos transformarnos, sin embargo las líneas entre industrias cada vez están más tenues y debemos comprender que nuestra competencia probablemente todavía no exista por lo que debemos competir contra nosotros mismos.
Este tema no sólo es cuestión de tecnología, sino de administración del cambio. En el tema tecnológico existen herramientas para “Big Data” como Hadoop y MongoDB, así como bases de datos NoSQL, herramientas de ESB como Mule y para llegar al usuario final soluciones coo Phonegap, sin embargo el cambiar la forma de pensar es el principal reto.
Debemos entender que debemos cambiar y el cambio, créanme, en las organizaciones es de lo más complejo, en muchas ocasiones este se dá hasta que ya no existe otro camino. Recordemos que la definición más amplia de innovación es “cualquier proyecto que resulte novedoso para nuestra organización (aunque no necesariamente nuevo para el mundo) y que ofrezca un resultado incierto”.
Muchas organizaciones han logrado transformarse olvidando selectivamente lo que los llevó a tener éxito y creando proyectos bajo un modelo conocido como I (leer el libro Más allá de la Idea de Vijay Govindarajan y Chris Timble), un ejemplo de “work in progress” al respecto es Microsoft. Otro es Apple.
Amazon empezó de cero, Google también, PayPal no se diga, Zappos también (de hecho hace algunos años Amazon la compró).
Y eso de olvidar selectivamente el pasado es un reto, un reto que vale la pena, pero un reto al fin de cuentas. Claro que también tenemos que detectar aquellos elementos y recursos de la organización que pueden ayudarnos, pero el mantener los dos mundos al mismo tiempo es una fuente de conflictos que debemos saber cómo atender y lo más importante lograr un aprendizaje validado.
Ya me llegó el iPad Pro y este viernes escribiré sobre él.
Que tengan buen resto de la semana.