icon Ver más entradas

Futuro

David Treviño Chief Technology Officer at CITI Value in Real Time

Abril 04, 2018

El futuro nadie lo conocemos, podemos tratar de ver tendencias, eso sí, pero hasta el día de hoy nadie lo ha adivinado y de allí la incertidumbre que el futuro nos genera (y la incertidumbre nos produce miedo). En este mundo gracias a la globalización y los avances tecnológicos ahora contamos con herramientas que nos permiten tratar de encontrar dichas tendencias y discutir sobre todo tipo de temas (le guste o no a los Arqueo/paleo-liberales).

BitCasting es posible gracias a Insight Level y CITI Value in Real Time.

El número del día de hoy es patrocinado por CoSpace.

La tecnología de información actualmente nos ha dado mucha información, probablemente más de la que necesitamos. Y desgraciadamente no ha tocado a todos los sectores de la sociedad, en particular a la nuestra.

Nuestro mundo cada vez se polariza más. En vez de aprovechar y sacar el máximo a la tecnología nos distraemos con ella. Como hace tiempo escuché a alguien, la tecnología de información es como una lente de aumento, saca lo bueno, pero también magnifica lo malo.

Es cierto, nos movemos a una economía del talento; sin embargo, el talento no es fácil de administrar; se puede orientar, dirigir, motivar, pero no controlar, y cada vez es más retador organizarlo, valorarlo, entenderlo y desarrollarlo.

En nuestro México nos faltan más ejemplos exitosos de talento, mucho se ha ido de aquí, pero también muchos otros se han quedado. La realidad es que atraer al talento es un reto de esta era, es decir no solo retenerlo, sino también atraerlo (de donde sea). Las naciones no sobresaldrán por sus recursos naturales, sino por su talento. En decir, los activos en estos días andan (en general) sobre dos pies.

Y tan es difícil valorar el talento y la innovación que hace unos días se hablaba de que Tesla estaba al borde de la bancarrota, ayer nos dijeron los medios que ya estaba avanzando en sus metas de producción que los vehículos eléctricos de esta empresa y que el modelo 3  es el vehículo eléctrico que más se vende en los EE.UU. En debates privados que tengo yo digo que la empresa tronará, otros de mis amigos que se salvará, además de que otro dice que llegará un “caballero blanco”, Silicon Valley no es tan simple como la rentabilidad, y de ejemplo está Uber.

La realidad es que sólo el mercado puede decidir lo que pase con Tesla (al decir mercado me refiero al que compra los vehículos, a los mercados de deuda, a los mercados de capitales y al mercado de inversión). Sería una lástima que la empresa quebrara, sin embargo, Silicon Valley está lleno de fracasos estrepitosos y regresos notables.

Empresas como Spotify (que ayer hizo su listado directo en la bolsa de valores norteamericana; es decir, no recaudó dinero para ella) es un ejemplo de que la rentabilidad no es un tema en esta época (esté yo o no de acuerdo), fue fundada en el 2006 y lanzada hace 9 años. Se estima que el año pasado perdió unos USD$236 millones y hoy está valuada en aproximadamente USD$30 mil millones, ¿qué tal?. Nada como la irracionalidad y las emociones. No dejamos que la inteligencia nos alcance.

El año pasado la música en streaming fue la que más dinero generó a la industria de la música, luego los medios físicos (cómo el vinyl) y al final las descargas de música. Esto sin contar lo que YouTube significa para la industria de la música y que no está contabilizado. Es claro que los hábitos del consumidor han cambiado, sin embargo, no significa que esté dispuesto a pagar.

Y sí no tenemos ejemplos de emprendedores como Musk, Jobs, Zuckerberg, es porque nuestro mercado no es abierto y libre, en todos los sentidos.

Pero bueno, ese es otro debate, no muy popular en estos días.

El asunto sobre la regulación en medios sociales sigue, la controversia respecto a Facebook continua y gracias a la administración Trump, las empresas de tecnología han perdido su brillo como inversión. Nada como regresar al pasado, ese nos produce confort y tranquilidad.

También el accidente fatal de un vehículo autónomo de Tesla y otro de Uber. Si las cosas fueran fáciles, cualquiera las haría. Por eso son inversiones de riesgo (por más que las quieran bautizar como capital emprendedor, éstas requieren de capital de riesgo).

En fin. Que tengan un muy buen miércoles.

Imagen de stocksnap.io