El concepto de “walled gardens” lo utilizamos en la industria de TI para referirnos a plataformas cerradas que buscan tener al consumidor dentro de su mismo ecosistema, evitando que terceros puedan agregar nuevos servicios. En este concepto el proveedor de servicios tiene control sobre las aplicaciones, contenido y medios y restringe acceso conveniente a aplicaciones o contenido no aprobado. El contraste a este término es el de plataformas abiertas, donde los consumidores tienen acceso irrestricto a aplicaciones y contenido.
Claro que el concepto se puede extender a otras industrias, por ejemplo en nuestro país los bancos, para sus plataformas utilizan este concepto. Por ejemplo, no puedes tener en México plataformas personales que hagan consolidación bancaria entre tu aplicación financiera personal y los datos de tus bancos (en otros países si puedes hacerlo).
En telecomunicaciones se acostumbraba que los servicios y aplicaciones accesibles desde el celular en una red celular dada fueran controladas por el operador móvil.
En hardware es usual en plataformas cerradas, por ejemplo en Apple, que sus dispositivos son un jardín amurallado (recordemos el reciente Error 53).
Otro ejemplo de “walled garden” es lo que sucede actualmente con aquellos que quieren desconectarse del cable para tener TV por Internet utilizando el Apple TV. En muchas de las opciones de apps del Apple TV tienes que tener una suscripción de cable para poder acceder al contenido. Al final del día las empresas de cable van hacerte difícil que te desconectes de ellas. Pero el día llegará, de mi te acordarás cuando llegue.
WhatsApp es una plataforma que se ha manejado de la misma manera, es decir, pone una murallita para que no entres desde otras apps, hasta el momento no permiten API’s. Twitter empezó como un jardín abierto y en los últimos años se ha cerrado, no sé si de allí provenga el porque les ha sido tan difícil crecer.
El concepto es complicado ya que la realidad, aunque muchas empresas de tecnología dicen no dominar un mercado (al hacer más grande lo que consideran su mercado meta) para evitar temas de regulación anti-monopolio, lo que en realidad buscan es dominar un mercado.
Por ejemplo Apple, Google y Microsoft, todos ellos no podrían considerarse jardines amurallados ya que ofrecen que terceros se suban a sus plataformas. Sin embargo cuando se trata de trabajar entre ellos las funcionalidades de apps entre plataformas no son similares.
Pongamos el caso de Apple, si bien es cierto que puedes tener un iPhone y sincronizarlo con Windows 10, la realidad es que la experiencia al usuario es menos que satisfactoria, continuos problemas de sincronización de agenda, de contactos y problemas de integración con Outlook de Microsoft. Claro que puedes mantener tus datos en la nube y entonces no tienes que preocuparte por este hecho.
Microsoft ha hecho un mejor trabajo en este tema, sobre todo en los últimos tiempos. Sus apps en iOS son bastante buenas, sin embargo al final del día Microsoft busca promover sus plataformas del Back-end, pero su interoperabilidad ha mejorado.
Google es el caso más singular, ya que aunque tiene sistemas operativos, en el escritorio no depende de aplicaciones sino del web, sin embargo en iOS, no hace tan buen trabajo con sus apps.
El tema es relevante en esta época en que una sola plataforma no tiene el dominio del mercado. Es por ello que el mantener encerrado al consumidor dentro de tu jardín no me parece una buena práctica. Claro que por otra parte viene los temas económicos y las presiones de las empresas por crecer y como me decía alguien: Crecer o Morir. Aunque ahora lo que aplica es Crear o Morir.