Uno de los retos actuales es el lograr el crecimiento de nuestras organizaciones, el entorno competitivo es complejo, ya no estamos en la época en que era sencillo definir las líneas entre industrias y saber quienes eran claramente tus competidores.
Si no vean ahora que Elon Musk quiere fusionar su nada rentable Tesla como su incipiente empresa de energía solar y formar algo que si lo anterior no se entendía, lo nuevo menos. O a Microsoft con su compra de LinkedIn, cuyo valor para algunos es que esta última nos conoce como profesionales mejor que cualquier otro (tal vez hasta mejor que nuestra propia organización). Funcionarán estas fusiones, solamente el tiempo lo dirá, sin embargo se están forjando nuevas industrias en el camino.
Otros como Dell y HP han decidido dejar a un lado ciertas cosas y enfocarse en otras. Del primero pretende vender su división de software, del segundo ya sabemos que ha escindido algunas de sus operaciones. Google por su parte se atomiza y cada uno de sus negocios está enfocado.
En esta época una de las variables que tenemos que aprender a manejar es la incertidumbre, sin embargo el tema no es tan complejo, el reto está en saber quién somos como organización. El tema está en el “ser” de la organización. Es decir, qué características y recursos tenemos en ella. Entender qué hacemos, quién es nuestro cliente, cómo lo atendemos.
Muchos de los temas de “estrés” organizacional y problemas a los que nos enfrentamos están basados en lo que queremos ser en el futuro (o la idea de lo que queremos ser) y no en lo que somos hoy y lo que nos distingue, y analizar lo que debemos hacer cada día para llegar a ese futuro (no está mal tener ideas, el reto está en que ellas rijan nuestro estado de ánimo organizacional). Es muy sencillo salir de foco en esta época en que de tanta información no podemos sacar algo valioso de ella y cada día tendremos más información, por lo que necesitamos usar herramientas que nos ayuden en esta tarea.
En nuestra economía, la tecnología es un animal poco comprendido, la penetración de la misma en los procesos de negocio de las empresas pequeñas y medianas es relativamente baja. Tenemos retos como la generación de empleos y para ello el tema de tecnología se vuelve anacrónico, ya que muchos ven a la tecnología como una forma de aumentar la productividad y reducir la planta laboral. Yo la veo como una forma de potenciar el talento. De hacernos más valiosos y sí, mejorar nuestra productividad.
El tema de valor para mí, en esta época, es el talento, la creatividad y la manera en que manejamos el riesgo y eso desde mi óptica se refleja en el desarrollo de software y soluciones de tecnología; para mí, fue significativo que en la categoría de estudiantes en el Apple Design Award, un mexicano haya sido seleccionado. Y más significativo que no estemos hablando de un “startup” que anda buscando dinero para hacer su software, sino de alguien que se puso a trabajar en él.
En México tenemos temas importantes, como la regulación y la cultura de que necesitamos leyes para estar protegidos para hacer negocio; pero una vez que existen estas leyes, muchos no las siguen, las ignoran o conscientemente las quebrantan. Y sí, también el elefante en el cuarto ese que nos cuesta mucho dinero.
Aunque los datos no lo demuestran, la tecnología nos puede ayudar a lograr metas de productividad y crecimiento cada vez más agresivas. Después de muchos años, la inteligencia artificial parece que tiene el potencial para ayudarnos a ello (siempre y cuando le pongamos un interruptor de apagado).
Mi propuesta es sencilla, enfoquémonos como organizaciones y usemos herramientas que nos permiten enfocarnos y crecer (les recomiendo leer sobre OKR).
No busquemos ser todo para todos. Solo vean lo que le ha sucedido al Corte Inglés y lo que ha hecho Inditex. El primero se encuentra estancado en un mercado solamente, sobreviviendo y sin utilidades, el segundo crece y crece y se globaliza. Soy un convencido de que México tiene lo necesario para crecer, solamente necesitamos una cosa, creer en que podemos hacerlo.
Que tengan un muy buen día.