Este fin de semana tuve la oportunidad de terminar de leer el libro titulado Small Data de Martín Lindstrom, gurú del “branding”.
El autor nos trata de ofrecer el otro lado de la moneda del Big Data y de los analíticos, en su opinión, aunque estas son valiosas herramienta, estas esconden aspectos del ser humano que nos caracterizan: las emociones y comportamientos. Así mismo nos dice que en los medios sociales utilizamos “máscaras” que no dejan ver al verdadero yo (tema en el que estoy de acuerdo).
Y este tema de los datos, por más que traten de hablarte mediante los analíticos, no miden lo que en realidad somos. El autor ha sido consultor de marca para iRobot, Pepsico, LEGO, Reebook, Red Bull, Nestlé, Unilever y Walt Disney, entre algunos de sus clientes.
Por una parte, el autor nos ofrece una serie de anécdotas de su vida profesional en donde ha utilizado su “paradigma” de trabajo: un investigador forense del comportamiento humano.
Me gustó mucho el concepto de que es necesario vivir lo que vive el cliente, así como el que compres el producto que vendes (y no en un sentido metafórico).
La mejor parte del libro, a mi juicio, es el último capítulo, en donde el autor trata de resumir el proceso que utiliza y que a lo largo del libro nos lo muestra con ejemplos, pero sin referirse al proceso propiamente.
Al proceso lo llama las 7 C’s: Colectar, Claves, Conectar, Causas, Correlación, Compensación y Concepto.
Una lectura con un enfoque diferente en esta época en donde todos hablan sobre inteligencia artificial, analíticos y big data.
Siempre es necesario ver las dos caras de la moneda. Al final del día, es claro que el libro trata de vender lo que Lindstrom hace.
En resumen, los datos y su análisis no nos dicen todo y siempre la investigación del comportamiento humano es necesaria.
Es decir, ver lo que la gente hace en el mundo real. Para algunos esto pudiera ser un lujo en esta era de tecnologías sociales, medios virtuales y eficiencias tecnológicas.
Al final día el reto es enamorarnos del problema, no de la solución y ser lo suficientemente creativos para determinar los dolores y las oportunidades de su posible solución.
Que tengan una buena semana.