Algo que tenemos lo que para algunas nuevas generaciones llaman los “viejitines” es la experiencia (de hecho, T-Mobile en USA lanzó un paquete con todo ilimitado llamado T-Mobile One 55+, dirigido a los que tenemos 55 o más, “thumbs up”: ?).
Sí, experiencia, esa cosa que a veces tienes que ignorar y otras tienes que escuchar (sobre todo para el tema de la innovación).
Es decir, tienes que tener memoria selectiva en estas épocas (para los que les pegará el alemán eso no será problema).
Esa experiencia me dice ciertas cosas sobre la IA, Aprendizaje Automatizado, Conducción Autónoma, Vehículos Autónomos, Industria 4.0 y la Transformación Digital.
Una de esas cosas que me dice la experiencia (porque ya en otras épocas lo he visto, allá a mediados y finales de los 90’s) es que existe mucho “ruido” y “alboroto” al respecto.
Sí, estamos en un camino de transformación, los más importantes son culturales, de mentalidad y en esos son donde tenemos los retos, sobre todo porque nos gusta copiar modas (aguas con la moda del Sarahah en los adolescentes, por cierto).
Suena muy bonito el tema de la IA, la realidad es que los dispositivos han avanzado mucho, pero todavía están lejos de ser inteligentes (claro, el principal reto es definir la inteligencia, ya que muchos pueden argüir que en nuestro país no existe mucha – sobre todo si manejas en Monterrey, pero eso es una historia de terror, no de tecnología).
Para este año se estima que en México existirán 102.3 millones de smartphones de acuerdo a datos de Competitive Intelligence Unit (en donde eso de “Smart” es un favor ya que todavía les falta y la realidad es que al respetable público lo están haciendo menos “Smart” y a nuestros adolescentes les están creando ansiedad).
Con esa cantidad de dispositivos es claro que muchos de los servicios con los que contamos pueden ser sujetos a transformarse y dado que en los pasados 5 años han crecido 319% veo que pronto todos tengamos uno.
Así que, desde pasaportes, tarjetas de crédito, dinero, tarjetas de presentación, actas de nacimiento, identificaciones, todas esas cosas pueden transformarse.
Es claro que podemos recibir servicios ubicuos, olvidar filas, solicitar cosas, pero para eso se necesita una mentalidad de servicio (cosa que no es muy común en estos días, sobre todo en aquellos que deben protegernos y en los que elegimos para que nos representen, cuando hablo de servir no me refiero a servir-se, pero bueno, ese es otro tema y claro que afecta a la economía y a la tecnología en nuestro país).
Abro paréntesis (
Y como ejemplo de mal servicio solo es cosa de ir a las cadenas de gran crecimiento comercial – y que sirven de ejemplo en publicaciones de negocios sobre cómo transformar un negocio -, que se encuentran en todos lados, en donde la tecnología podría atenderte mejor (o al menos la capacitación y el pagarle mejor al que te atiende).
Lo cierro)
Bueno, regresando al tema, lo que me dice la experiencia es que vamos por buen camino, pero debemos tomar con calma el “cool-aid” de algunos, si, necesitamos nuevas habilidades y creer en nosotros mismos y además que el mercado interno crea en nosotros, el buen camino puede enfrentarse a retos.
Abro paréntesis de nuevo (
El reto está en si se pone nuclear el asunto (todo es posible cuando dos orates se encuentran). Espero que solo sea puro cuento, ya Ray Tillerson busca tranquilizar al respetable.
Lo cierro)
Como decía mi madre, con calma que voy de prisa. Más vale paso que dure y no trote que canse. A utilizar la inteligencia natural y a responder a los retos a los que nos enfrentamos. Nos falta mucho, sí. Podemos con los retos, sí.
En la tecnología nacional, necesitamos que el capital fluya, pero un capital inteligente también. No uno que quiera invertir en Bitcoins o Bitcoin Cash.
Que tengan un muy buen día y un “thumbs down” ? a Disney.